“Todos somos un poco raros y la vida es un poco rara también, y cuando nos encontramos con alguien cuya rareza es compatible con la nuestra, nos unimos a ellos y caemos en rarezas mutuas y la llamamos amor.” Dr Seuss
Hay si las mamás pudieramos evitarles malos ratos a nuestros hijos! si pudieramos estar ahi 24/7 para espantarles las moscas, sobar su rodilla cuando se caen, asegurarnos de que tomen agua, de que se terminen toda la comida que piden en la cafeteria, de que no platiquen en clase, hagan todos sus ejercicios en Educacion Fisica, o poner en su lugar a esos niños cuya única diversión es hacer sentir mal a los demás…
… pero no podemos, y no nos queda más que educar a nuestros hijos no solamente con el ejemplo, sino con buenas palabras que les ayuden a ser niños seguros de si mismo (no arrogantes), que se sepan defender (pero sin pelear), y que puedan contestar a una critica de manera positiva, sin quedar mal ellos ni hacer quedar mal a los otros niños. Porque pues se trata de evitar el mismo acoso, critica o burla en el futuro, no crear enemigos.
Y aunque quisieramos ser los mejores padres y tener las mejores palabras siempre, pues a veces ¡no ocurre! y nos ganan esas palabras que salen de nuestra boca sin pensar (porque si pensamos tal vez ya no serian tan genuinas) y lanzamos lo primero que nos viene a la boca (y no a la mente como dije) y podemos no solamente sonar dolidos como si hubieramos sido los afectados directos, sino confundir a nuestros hijos.
En fin, el caso es que ahora mi hija esta enfrascada (por no decir un poquito obsesionada) en esos libros de Capitulos, o Chapters como le dicen en Inglés, y uno de ellos es precisamente esos libros que hablan sobre las peripecias de niñas o niños en la escuela, con nuevos amigos, nuevas tareas, etc., y que a mi hija le encantan porque se siente identificada y le ayuda a avanzar en su lectura.
Pues bien, el dia que decidió sacar esos libros de la Biblioteca, un compañerito le preguntó: “Vas a leer eso?” y ella contesto que si, que era un libro divertido y le gustaba, para lo que el niño volvió a contestar “pues solo es para niñas raras, por eso lo lee fulanita, asi que tú eres rara tambien“. Mi hija dice que se quedó callada, pero la conozco, y se que se sintió mal no solamente por lo que dijeron, sino por la forma en que lo hizo.
Yo le dije que ella no era rara, y que fue mejor no responderle nada al niño, ¿para que pelear? En todo caso ella es libre de leer lo que desee, porque solamente asi podra seguir mejorando su vocabulario, su lectura, su imaginación y creatividad. Y que para raros, ¡las personas que no leen!
¿Y tus hijos, son raros?
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