Esta compra ha sido compensada por Collective Bias, Inc. y su anunciante. Sin embargo todas las opiniones expresadas en este post son sólo mías.
#DisneyEaster #CollectiveBias
Vivir en este país significa que mis hijas pueden tener la combinación de dos cosas: por una parte las costumbres y tradiciones de mi país de nacimiento, México, y por otro lado las que aquí se celebran. Su vida creo yo, es un poco más rica gracias a eso. Por ejemplo, en la celebración de la Pascua no solamente incluímos el aspecto religioso o espiritual al asistir a la iglesia el Domingo, sino también el aspecto un tanto más juguetón y divertido al participar en la búsqueda de huevos escondidos en el jardín o el parque.
Por lo anterior, no puedo evitar comparar la manera en que celebrábamos mi familia y yo estas fechas, y cómo es que ahora las celebro con mis hijas, por partida doble. En México no sabíamos nada de conejos de pascua, de recoger huevitos escondidos en el jardín ni mucho menos de canastas llenas de regalitos para los niños. El sentido de la celebración como lo mencioné al principio, era más espiritual. Días de guardar, decía mi mamá. Por supuesto que teníamos nuestras actividades para niños. Acudíamos a la Iglesia y las clases con otros compañeros de la escuela. Cantábamos, orábamos y bailábamos, porque lo espiritual, no tiene por qué quitar lo divertido y más cuando eres un niño.
Cuando llegué a Estados Unidos no estaba segura del sentido de la Pascua con su conejo, sus huevos y sus canastas. La primeva vez que celebramos, que fué más o menos a los dos meses de llegar, yo tenía mis dudas de incluir la tradición, pero mi hija mayor se divirtió mucho. Recuerdo haberlo comentado con una de mis hermanas, y ella sólo atinó a decir: tú no te preocupes, diviértete y deja que tu hija se divierta. Al final, creo que lo importante es tomar lo positivo, combinarlo con lo que ya conoces y hacer de tu experiencia y tu vida, una más enriquecedora.
Otra de las cosas que no me convencían completamente, eran las canastas de Pascua. Hasta el año pasado no entendía el sentido ni el motivo de regalarlas. Mis hijas nunca habían mostrado ningún interés por ellas, así es que esa era otra razón para no incluírlas en nuestra celebración. Debo reconocer que cambié de idea, en parte porque no pude evitar emocionarme como una niña el otro día que fuí a Walmart y me encontré con tanta variedad de canastas y artículos para llenarlas, y por otro lado, no cambia en nada al sentido de la celebración de la pascua. Además con el cambio de temporada de Invierno a Primavera, de todas maneras termino comprando algunas cosas para mis hijas. Lo mejor de todo es que las canastas pueden ser llenadas por infinidad de artículos con los personajes de carícaturas o películas favoritos de tus hijos, no solamente de dulces. Y eso fué precisamente lo que hice. Como mis hijas quedaron enamoradas (yo también, lo confieso) de la película FROZEN desde que se estrenó en el 2013, se me ocurrió que quizás en lugar de la tradicional canasta de mimbre, podría utilizar otro material que pudiera tener un doble propósito, y fué así como terminé comprando estas cubetas de plástico con Elsa y Ana dibujadas en ellas que servirán para los días en que quieran ir a jugar en la arena, cargar con los juguetes que necesitan para la alberca y por supuesto para la búsqueda de los huevos de Pascua.
Para seguir con la idea de la cubeta, decidí incluir al menos 3 tipos de artículos: 1. Algo que pudieran usar 2. Algo que les hiciera falta 3. Algo que las mantuviera entretenidas o divertidas
Y el resultado, fué este:
Como puedes darte cuenta, en la cubeta incluí: 1 playera de manga corta perfecta para los días que están empezando a calentar, 1 libro de actividades para mantenerlas entretenidas durante los viajes en carretera o las tardes después de la escuela y 1 botella de agua para que se mantengan hidratadas.
Adicionalmente incluí varios huevitos con calcomanías en su interior y unos collares de cuentas de plástico en plata y azul, los colores de FROZEN.
Para hacerlas más personalizadas, a la canasta de mi hija mayor le incluí un brillito de labios y este colguije tipo dog tag con el dibujo de Olaf y a la de la más chiquita una muñequita de plástico que le encanta y la corona de Elsa que no podía faltar.
Decorar la canasta es fácil, sólo usa papel de china, pero no lo cortes ni lo arrugues, en lugar de eso dobla a la mitad o en forma de triángulo, así una vez que lo retires de la canasta, puedes volverlo a doblar y guardarlo para envolver regalos. La etiqueta con las iniciales de mis hijas le añaden un poco de brillo, bastó hacerlas con 1 hoja de papel azul, un poco de silicón caliente y brillantina. Las amarré a la cubeta con un listón rosa que tenía en casa.
Haciéndolo de esta manera, entiendo por qué es una actividad que gusta tanto en este país. El armar canastas es divertido y de ahora en adelante será algo que va a formar parte de nuestras tradiciones de Pascua. Estoy segura que mis hijas van a disfrutar y aprovechar todo lo que incluí, tanto como yo disfruté y me emocioné buscando y comprando todo especialmente para ellas. ¿Sueles armar canastas de Pascua para tus hijos?