Regresar a la rutina después de las vacaciones es algo difícil. Sobre todo cuando las hemos pasado lejos de casa. Apenas estamos volviendo a la “normalidad”, después de más de 1 mes en México. Estas vacaciones han sido muy especiales para nosotros como familia. Tuvimos la oportunidad de visitar lugares que antes no lo habíamos hecho. Y lo mejor es que a nuestras hijas les encantó lo que vivieron. El paseo por Pátzcuaro y la Isla de Janitzio en Michoacán, seguro se quedará en sus memorias por mucho tiempo.
Nuestro mayor tiempo en México la pasamos en Jalisco, que es nuestro Estado natal. Ahí tenemos a nuestra familia y ahí era nuestra vida antes de venir a Estados Unidos. Es una ventaja que sea en Guadalajara donde aún tenemos familia que nos recibe al llegar, pues al cer una ciudad grande, tiene accesos fáciles a distintos Estados alrededor. Guadalajara digamos que se encuentra en un punto medio, de donde puedes salir hacia Zacatecas, Aguascalientes, Guanajuato y Michoacán.
Y para viajar a Michoacán por ejemplo, hay que tomar la autopista hacia Morelia saliendo precisamente de Guadalajara. En aproximadamente 3 horas llegarás hasta Morelia o a Pátzcuaro Michoacán. La idea al visitar Michoacán al principio era llegar a Pátzcuaro y de ahí continuar a Morelia, pero al final preferimos regresar a Guadalajara.
Pátzcuaro es un pueblo pequeño, famoso por ser un lugar histórico cuna de la Cultura Tarasca y también porque en algún momento Vasco de Quiroga quizo construir la capital de Michoacán, entonces la nueva provincia de la conocida como Nueva España. Además de eso, el lago de Pátzcuaro, uno de los más grandes del país. A pesar de ser muy famoso, sigue conservando su estilo pintoresco de pueblo pequeño. Con sus casas y edificios pintados en blanco y rojo y sus techos de teja.
El día que llegamos a Pátzcuaro, ya estaba anocheciendo, lo que hacía ver a la plaza Don Vasco de Quiroga muy especial. Con el reflejo de las luces en el piso mojado y los arcos alrededor del centro. Esta plaza es muy bonita, donde se ubican dos fuentes en cada lado, una de las cuales contiene una estatua en el medio precisamente de Don Vasco de Quiroga.
Aquí pasamos la noche en un pequeño hotel ubicado apenas unas dos cuadras del centro del pueblo. Muy económico y accesible y donde no hubo poblema de tener a nuestro perro con nosotros. Para desayunar lo hicimos también a una cuadra del centro, en un pequeño local acondicionado como restaurante, donde al calor del café disfrutamos unos deliciosos chilaquiles. Aunque no recuerdo el nombre de los lugares, seguro que cualquiera de los que elijas para comer te ofrecerá algo delicioso.
Después de desayunar, nos fuimos a la isla de Janitzio donde se encuentra la estatua de José María Morelos. Para llegar a la isla, hay que tomar una pequeña embarcación o lancha en el muelle. Los boletos para ir a la isla están en $55 pesos (alrededor de 3 dólares) y te toma unos 10 minutos llegar.
En la embarcación disfrutarás de la vista del lago, de la isla y del pueblo. Además en ella se suben diferentes vendedores y músicos, así que los 10 minutos de recorrido se pasarán muy rápido. No dejes de probar las nieves, como la de pasta que me recomendaron. Es una nieve muy dulce, hecha a base de 3 tipos de leche y cocinada en un cazo de cobre.
Una vez en la Isla, puedes disfrutar de pequeños restaurantes y también de comprar diferentes tipos de artesanías. En nuestro caso, íbamos en específico hasta la cima de la isla, a ver la estatua de Morelos. Hay que caminar por las escalinatas hacia el tope de la Isla para hacer esto. Mira que si no tienes buena condición, te va a tocar descansar cada cierto tiempo porque aunque parezca una distancia corta, es de subida y eso pesa mucho. ¡No olvides tu botella de agua!
Una vez que llegas arriba, y si quieres entrar al área de la estatua para subir por las escaleras que ésta tiene por dentro y disfrutar de los murales hay que volver a pagar. No recuerdo bien cuánto fue para la entrada, pero eran unos $15 pesos. Además de los murales dentro de la estatua que narran la historia de México y en específico de la vida de Morelos y su lugar dentro de nuestra historia, puedes ver desde la parte más alta todo el lago de Pátzcuaro y sus alrededores.
El recorrido en total te llevará a lo máximo, unas dos horas. Esto considerando el tiempo en que llegas, subes a la parte alta, entras a la estatua y vuelves a bajar. Si te quedas a comer tardarías un poco más. Además considera el tiempo en esperar la siguiente embarcación. Depende la hora en la que quieras visitar la Isla de Janitzio, las embarcaciones desde Pátzcuaro empiezan a moverse desde las 7:30 de la mañana y la última se va a las 6:30. Pero siempre es mejor hacerlo lo más temprano posible así puedes disfrutar de todo sin prisas y con la luz natural del día.
Tips:
– Saliendo de Guadalajara, hay que tomar la autopista. Hay al menos 3 casetas que van de los $35 a los más de $100 pesos.
– Consulta diferentes hoteles en el area vía Google antes de llegar a uno (a menos que tengas reservación) para comparar precios.
– Lleva efectivo para pagar tus boletos, y para comprar comida o tus artesanías.
– No olvides tu ropa y zapatos cómodos, porque la mayor parte del tiempo te la llevas en caminar.
Así que la próxima vez que visites México, no dejes de visitar Pátzcuaro y sus alrededores, te va a encantar.