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Nuestra primera experiencia acampando en el Glacier Park y Yellowstone

Yo creo que todos deberíamos acampar al menos una vez en la vida. Dormir al aire libre, sentir el frío de la noche, ver el cielo estrellado, escuchar los grillos y despertar con el canto de los pájaros. Y aunque la primera vez no tiene que ser perfecta, si puede ser muy divertida. Y hoy te quiero compartir cómo nos fue a nosotros como familia en nuestra primera experiencia acampando en dos parques nacionales: Glacier Park y Yellowstone.

En los casi 10 años que llevamos viviendo en Estados Unidos, nunca habíamos tenido la oportunidad de acampar. Al principio no era algo que nos llamara la atención y después no encontrábamos la fecha adecuada para hacerlo. Aparte el no tener la más mínima experiencia sobre lo que es dormir en otro lado que no sea una cama dentro de un cuarto, pues no nos motivaba. Pero conforme las niñas fueron creciendo y empezamos a leer sobre la experiencia y mis hijas a escuchar las historias de sus amiguitas en la escuela, pues nos animábamos más. Creo que animados estábamos desde hace al menos dos años, pero realmente nunca habíamos planeado ni puesto en nuestra lista de cosas que nos gustaría hacer.

Además, no teníamos el equipo necesario. A lo mucho teníamos las bolsas de dormir que compramos para mis hijas y sus pijamadas. Y otra más que teníamos desde antes de llegar a Estados Unidos. Además de unos colchones inflables que compramos hace algún tiempo porque cuando viajamos y llegamos con familia y no tienen una cama extra, pues ya vamos preparados. Pero no compramos la casa de campaña hasta hace un año o año y medio. La verdad no recuerdo.

En fín. A principios de año habíamos dicho que teníamos ganas de visitar los parques nacionales a través de la ruta de las carreteras 89 y 90 que vienen desde Montana con el Glacier Park y bajan hasta Arizona, pasando por Yellowstone, Zion Park y El Gran Cañón, entre otros. Pero por diversas razones tuvimos no solamente que adelantar el viaje, sino también acortarlo. Lo que inicialmente serían dos semanas se convirtieron en sólo una. Donde sólo pudimos visitar 2 Parques: Glacier y Yellowstone. Y fué ahí donde tuvimos nuestra primera experiencia acampando.

Cabe mencionar que viajamos sólos, sin nuestro Bolillo. Pero es que como hay ciertas regulaciones para las mascotas, y esta era nuestra primera vez acampando, decidimos dejarlo. En el futuro tal vez lo llevaremos para que disfrute con nosotros lo que la naturaleza nos ofrece.

Acampar en Glacier Park

En este parque solamente dormimos una noche. Aunque tiene 13 sitios para acampar, cuando nosotros estuvimos ahí (3ra semana de Junio) estaban abiertos menos de la mitad. En 9 de los sitios para acampar tienes que llegar temprano, porque quienes llegan primero son los que ganan los lugares. Los otros 4 debes reservar con anticipación. 

Nosotros nos quedamos en Sprague Creek, un lugar pequeño que cuenta únicamente con 25 espacios para acampar. Se encuentra a unas 9 millas de la entrada oeste del parque y justo a la orilla del Lago McDonald. 

Lake McDonald al pie del campamento Sprague Creek en el parque Nacional Glacier

Llegamos ahí alrededor de las 9 o 10 de la mañana, no recuerdo bien, y para entonces ya estaban ocupados casi 20 espacios. Una vez que llegas al lugar, debes revisar el pizarrón de información. Ahí estará escrito cuántos y cuáles lugares están disponibles, cuánto debes pagar y los papeles y sobres que debes llenar con la información para el pago. El pago por noche aquí fué de 20 dólares. Para pagar puedes hacerlo con efectivo, cheque o con tarjeta de crédito.Esta información va dentro del sobre cerrado que se coloca en un buzón justo al lado del pizarrón de información. Debes fijarte bien que no estés ocupando un lugar que ha sido “apartado” previamente por alguien. Y por apartado no quiero decir que lo hayan reservado como en hotel, sino que alguien llegó más temprano que tú, fué y eligió su lugar, pagó y se fué a hacer sus actividades antes de llegar a armar la casa de campaña y dormir.

Una vez que verificas esa información, recorres el lugar para elegir entre los espacios vacíos el que más te llame la atención. Después de esto, debes poner un papel al frente del lugar que elegiste con la fecha y tu nombre. De esta manera dejas saber que el lugar está ocupado y por cuánto tiempo. Y también cuando el encargado pase a revisar, pueda confirmar que todo está bien.

¿Qué ofrece este sitio de acampar?

Lo que me llamó la atención es como tienen distribuido el espacio. En el suelo estará delimitado con un cuadrado o rectángulo el lugar donde debe ir la casa de campaña. A un lado se encuentra una mesa de picnic y del otro lado un círculo de metal en el suelo que sirve para que puedas prender las fogatas y usar de asador, ya que tiene una rejilla que sirve para que puedas cocinar. Cada espacio individual está rodeado por grandes árboles y pinos que proporcionan sombra y de alguna manera protección contra el viento y hasta el frío.

Lo que fue un alivio para mí es que contara con baños “normales”, o sea, no fosas. Además el acceso y vista al lago McDonald nos encantó porque estábamos practicamente a unos metros de distancia. Este campamento tiene un área separada de picnic para quienes desean comer cerca del lago, pero no se quedan a dormir. Y junto al área de picnic varios espacios de estacionamiento que están abiertos durante el día pero son cerrados en la noche. Y aunque decía que no había un Ranger o persona encargada del lugar, si había una persona ahí todo el día y la noche. Lo único que no tiene este lugar es regaderas para bañarte y no puedes usar jabón en los baños. 

Uno de los accesos al Lake McDonald al pie del campamento Sprague Creek en el parque Nacional Glacier
Mis hijas se divirtieron lanzando piedritas en el Lake McDonald al pie del campamento Sprague Creek en el parque Nacional Glacier

Sprague Creek nos gustó mucho y para ser nuestra primera experiencia no estuvo nada mal. Quizás nuestro único pero, es que se encuentra cerca de la carretera y aunque en esas fechas que visitamos el parque no había tanta gente todavia, el paso de los autos era muy notorio. Pero fuera de eso todo fue muy bonito. Las noches fueron frías pero no exageradamente. Igual es que ya era prácticamente Verano. Eso sí, prepárate porque es zona de Osos aunque no tuvimos la fortuna de verlos. Y si alguna vez decides quedarte en este lugar, creéme que tendrás una linda experiencia.

Si no quieres estar manejando entre Sprague Creek y el resto del parque, puedes utilizar el servicio de shuttle que está disponible desde el 1 de Julio hasta el 4 de Septiembre a través del camino Going to the sun. 

La entrada a este sitio es tan temprano como llegues, pero salida es al medio día y si quieres quedarte por una noche más, debes pagar a más tardar a las 11:30 a.m.

Algo que también nos sorprendió es que tienen un espacio dedicado para personas que tienen silla de ruedas. Este espacio es el primero justo al llegar, y también tiene una tipo rampa para que puedas accesar al lago. 

Para más información sobre este campamento puedes DAR CLICK AQUI.

Acampar en Yellowstone.


Este parque cuenta con 12 sitios para acampar y en 5 de ellos puedes hacer reservación. Como nosotros no sabíamos a qué hora llegaríamos al parque y para no arriesgarnos a quedarnos sin lugar, decidimos utilizar la opción de reservación. Y es que desde Glacier Park hasta Yellowstone son como 9 horas manejando, y por más temprano que nos fuimos llegamos casi a las 5 de la tarde. 

Dentro de Yellowstone nos quedamos en Bridge Bay, que se encuentra en el Bridge Bay Marina, parte del lago Yellowstone.

Este lugar para acampar cuenta con 400 lugares, los cuales están divididos en diferentes loops. Cada loop está destinado a cierto tipo de acampar: para quienes sólo llevan tienda de campaña, para quienes llevan RV, o para quienes llevan ambos. Está mucho más grande que en el que nos quedamos en Glacier Park, pero igual nos gustó. El costo de la noche aquí es de 24.95 dólares. Cuando haces la reservación, tienes que especificar no solamente el tamaño de tu casa de campaña, sino también el tamaño de tu vehículo, así como el número de personas y en el caso de los niños, las edades.


En Yellowstone nos quedamos a dormir 2 noches y como ya habíamos reservado con anticipación, todo fué cuestión de llegar a la oficina de la entrada donde confirmamos nuestra llegada. Nos dieron una etiqueta para poner en el vehículo y algunos otros papeles sobre información del parque y las reglas del sitio.

De igual manera que en Glacier Park, en Yellowstone es lugar de osos. Pero también de alces, venados, bisontes y hasta lobos. Dentro de las áreas de acampar, sólo vimos cerca a los alces.

Dentro del campamento Bridge Bay en Yellowstone, pudimos ver alces muy cerca de donde estábamos

¿Qué ofrece este sitio de acampar?

De la misma forma que en Glacier, este sitio cuenta con baños “normales”, o sea, no fosas.  Cada espacio individual es igual que los que encontramos en el otro parque, con su área para armar la casa, su lugar para la fogata con asador y la mesa de picnic. Pero en este el área para la casa de campaña no estaba delimitado. También tenías tu lugar de estacionamiento.

Los baños nos quedaban muy cerca, sólo nos separaban unos metros y lo mejor de todo es que eran muy limpios. Eso sí, cuando alguien iba al baño las luces se prendían automáticamente y se iluminaba todo. Lo cual era bueno porque veías donde pisar, aparte a quién le gusta andar en total oscuridad.

Aunque el Lago Yellowstone estaba a unos cuantos metros, no tenía un acceso al mismo. Quizás es porque no se puede meter la gente o porque del lugar de acampar hacia al lago el terreno no es el más accesible. Pero del lado de la marina, puedes acceder al agua con tus lanchas, barcos y kayak. 

Lago Yellowstone. Aunque no se aprecia en la foto, donde se encuentra mi familia está como unos 5 metros de algo de el agua.

Otra de las ventajas de este sitio de acampar es lo relativamente cerca que quedan las atracciones principales. Y que junto a los baños, tienen un área donde puedes lavar tus trastes. Aquí tampoco hay donde bañarse, aunque a 3 millas tienen otro campamento donde hay regaderas y hasta lugar para lavar la ropa. Pero no visitamos ninguno de los dos.

La entrada a este sitio es a las 11 de la mañana, aunque nosotros llamamos por telefóno porque llegaríamos mucho más tarde. La salida es igualmente a las 11 de la mañana del siguiente día.

Para más información sobre este campamento puedes DAR CLICK AQUI.

¿Qué llevamos para acampar?

En general íbamos bien equipados. Aunque reconozco que al revisar el clima antes de salir de casa, no consideré la altura donde se encuentran los parques y tampoco como la temperatura baja en la noche y madrugada. Durante el día no había problema, pero la primera noche en Glacier tuvimos mucho frío. Lo que llevamos, fué para nuestra familia de 4 personas, incluyendo mis hijas de 7 y 12 años.

Lo básico:
Casa de campaña
Colchones inflables
Bolsas para dormir
Sábanas, cobijas y almohadas

Para cocinar, comer:
Encendedor y cerillos
Ocote o fire starter
Hielera
Básicos de cocina: platos, cucharas, tenedores
Agua embotellada
Comida fácil de preparar
Snacks

Otros:
Lámpara y baterías
Botiquín
Repelente para insectos
Bloqueador solar
Cargadores extra
Gel antibacterial y toallitas húmedas
Servilletas
Bolsas para la basura
Sillas plegables

Objetos personales:
Toallas
Ropa cómoda
Zapatos cómodos y sandalias
Productos de limpieza personal

¿Qué nos faltó?

No sabes lo que te hace falta hasta que te encuentras en el lugar. Sé que otras personas tienen otras necesidades o gustos, pero creo que para nosotros como familia si nos hicieron falta algunas cosas, por ejemplo:

Una cobija más gruesa. La temperatura durante la noche baja considerablemente. No al punto de congelación, pero sí lo suficiente para no dormir agusto sino estás bien abrigado.
Pantalones o pijamas largas. Por lo mismo del frío en la noche y madrugada.
Cuchillo. ¡Se nos olvidó! en el carro traíamos unas tijeras y con eso fué que cortamos jitomates y cebollas.
Comida. En los parques hay tiendas, pero todo es carísimo. Te recomiendo que lleves dos hieleras, una con tus bebidas y la otra con tu comida desde el super de tu casa. Te ahorrarás mucho. Nosotros llevábamos algunas cosas, pero nos hicieron falta otras que pudimos haber llevado desde la casa. 
Una olla pequeña. No sé por qué no la llevé. Tuvimos que hervir agua en una charola de aluminio. (no sé si es recomendable o no, pero era lo que teníamos).

La verdad es que fué toda una sorpresa para nosotros (especialmente para mí) el saber lo bien organizados que se encuentran los lugares para acampar en ambos parques. No solamente están limpios, sino bien cuidados. Además los señalamientos son muy bien entendidos. Creo que para nosotros que era nuestra primera experiencia, acampar en estos lugares fué lo mejor. Quizás más adelante lo hagamos en otros lugares. Y tal vez dichos lugares sean totalmente diferentes, pero este tipo de campamentos nos gustó mucho.

¿Por qué acampar?

Por que es divertido. Porque es una excelente experiencia para pasar en familia. Porque las memorias que hagas en este tipo de actividades quedan para siempre. Porque nuestros niños aprenden otras cosas diferentes que las comodidades a las que están acostumbrados en casa. Porque no hay electrónicos de ningún tipo, ni internet.

Porque al final de cuentas todo se hacía en equipo. Armar la casa de campaña es más rápido cuando lo hacemos todos juntos. Inflar los colchones también.

Armando la casa de campaña y acomodando las sillas.
Mis hijas también ayudaron a inflar los colchones con ayuda de una pequeña bomba.

Y por si fuera poco, el contacto con la naturaleza es indescriptible. La frescura de la mañana, la noche llena de estrellas en el cielo, el frío del agua, los enfadosos mosquitos. ¡Todo se disfrutaba de alguna u otra manera! Y ni que hablar de despertarte a las 5 de la mañana con el canto de los pájaros. Y si de paso puedes ver uno que otro animal grande, pues qué mejor. 

Y una de mis partes favoritas: compartir historias con mis hijas. Y es que aunque nosotros no contábamos con tanto equipo cuando era niña, sí salíamos al cerro con mi papá en lo que para nosotros eran nuestros “días de campo”. Llevábamos de comer, nos bañábamos en los arroyos, cocinábamos en una fogata. Sé que las experiencias son distintas, pero de alguna manera me gusta que puedan disfrutar de lo que tanto me causa nostalgia de cuando era chiquita. Todo esto lo podía compartir con mis hijas mientras armábamos la casa de campaña, asábamos elotes o nos calentábamos alrededor del fuego. Y cuando llegó la noche, hasta se animaron a contar historias de terror.

Esta experiencia definitivamente nos acercó más, y quedará en nuestros recuerdos como una de las mejores.

¿Alguna vez has ido a acampar con tu familia? 

¡Ayúdanos a compartir!

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