Hace un mes más o menos, compré una pequeña planta de menta que encontré en una tienda. La elegí porque de alguna manera estaba cansada de que siempre que compraba la menta o hierbabuena en cajitas, se me echaba a perder porque la olvidaba en el cajón de las verduras del refrigerador. Con una planta, no sería lo mismo puesto que la pondría justo donde la podría ver todos los días: en la ventana de mi cocina. Y es que una planta como esta sólo necesita dos cosas: agua y sol. Pero conforme ha pasado el tiempo me he dado cuenta que la planta va creciendo, a un paso más rápido que la manera en que yo encuentro en qué utilizarla. Así es que me he tenido que dar a la tarea de encontrar recetas o maneras de usar mi menta para que el uso y crecimiento vayan a la par. La semana pasada fueron margaritas, y esta serán paletas de frambuesa con menta.
Aunque estas paletas son más agridulces de lo que podría ser una paleta normal (que a veces tiene demasiada azúcar) no es razón para dejar de ser refrescantes y perfectas para la calor, especialmente por el sabor que les proporciona la combinación con la menta, que ya de por sí da la sensación de frescura. Tal vez el jugo de medio limón no es necesario, pero yo se lo agregué porque funcionó de maravilla en las margaritas y aunque estas paletas NO TIENEN ALCOHOL, los ingredientes se complementan muy bien.
Puedes si lo deseas agregar agua y más azúcar o miel si lo deseas, pero esta manera en que las preparé, aseguran un brillante color rojo y un refrescante y agridulce sabor.
Paletas de frambuesa y menta
Ingredientes:
(para 4 paletas de 1/3 de taza cada una)
- 2 tazas de frambuesas
- ½ limón (el jugo)
- 1-2 cucharadas de miel
- Hojas de menta (al gusto)
Preparación:
Lava las frambuesas y hojas de menta.
Coloca las frambuesas, menta, jugo de limón y miel en la licuadora. Licúa hasta lograr una consistencia uniforme (ajusta lo dulce agregando más miel si lo deseas).
Cuela lo que licuaste y vacía sobre los moldes de paletas. Estos moldes tienen capacidad para poco más de 1/3 de taza cada uno, pero el número de paletas depende del tamaño de molde que utilices.
Congela hasta que estén listas ¡y disfruta!
Lo mejor de la receta es que puedes adaptarla a tu gusto. En lo personal prefiero las paletas “de agua” como las llamamos en México, pero si tu deseas una consistencia más bien cremosa, puedes agregar leche o yogur, pero debes omitir el limón. Si agregas agua, las frambuesas rendirán más y tendrás un mayor número de paletas, sólo que debes ajustar la cantidad de azúcar o miel también para que no queden tan simples.
¿cuáles son tus paletas favoritas?
¡Ayúdanos a compartir!