Hay ingredientes que al comprar, debes usar casi al instante porque si no lo haces, corres el riesgo de que se descompongan. Tal es el caso de la harina de maiz, que de por sí es difícil encontrarla aquí donde vivimos y cuando lo hacemos, debemos asegurarnos de utilizarla lo más pronto posible. Así es que por eso es que en el último mes me he visto en la necesidad (o gusto) de utilizar dicha harina haciendo uno de los antojitos más famosos en México: los sopes. ¿Qué son los sopes? no es otra cosa que una especie de tortilla regordeta pariente de los tacos, pelliscada en las orillas para crear una especie de borde y que puedes servir con múltiples rellenos, siendo los más utilizados los frijoles, pollo, papas con chorizo y picadillo.
En la primera ocasión que utilicé la masa este mes, los serví con picadillo, pero en la segunda vez opté por utilizar pollo deshebrado y frijoles. Cualquiera de los dos son una excelente opción. Y si te gusta la onda vegetariana, siempre puedes optar por las rajas, nopales o simplemente el queso.
Los sopes pueden ser tan grandes o pequeños como lo desees, pero regularmente miden no más de 10 centímetros, y si son más pequeños, los llamamos “sopitos”, ya sabes como nos encanta utilizar el diminutivo para todo. Es importante hacerlos y consumirlos en el mismo día, sino estos tienden a endurecerse y aún cuando termines de prepararlos y servirlos, no se disfrutarán de la misma manera. Si tienes la oportunidad de comprar la masa directamente en una tortillería, es mucho mejor, sino siempre es buena idea utilizar como en mi caso, la harina de maíz nixtamalizado.
¿Qué necesitas para hacer sopes?
- 2 tazas de Harina de maíz nixtamalizado
- 1½-2 tazas de Agua, de preferencia tibia
- Una pizca de sal
- 1 cucharadita de aceite, opcional
Nota: Puedes variar las cantidades de acuerdo a el número de sopes que quieras hacer y también del tamaño de los mismos. Con las cantidades arriba mencionadas, obtienes 16 sopes de 10cm de diámetro.
¿Cómo se hacen los sopes?
1. Coloca la harina en un recipiente, añade la pizca de sal y revuelve. Ve agregando el agua tibia poco a poco y mezclando para integrar bien. Amasa con las dos manos y cuando este lista (la masa debe estar suave pero sin pegarse en las manos) agrega el aceite. Sigue amasando, reserva.
2. Divide la masa en 16 partes iguales y forma bolitas, estas serán tus sopes.
3. Toma una a una las bolitas de masa, asegurándote de humedecer los dedos antes de tomar la masa. Coloca la bolita en un torteador cubierto con una bolsa plástica y presiona con cuidado. El sope queda como una tortilla gruesa.
4. Calienta en un comal o sartén a temperatura media-alta por 1 minuto cada lado. Ve colocando tus tortillas en una servilleta hasta que termines todos. Una vez que termines deja enfriar unos minutos.
5. Vuelve a humedecer los dedos con agua, y toma una a una las tortillas y con cuidado “pellizca” los bordes. Cuida que la tortilla no esté muy caliente y tus manos húmedas para que sea más rápido y no te vayas a quemar. Haz esto con todas las tortillas y reserva.
Cuando termines de pellizcar los sopes, estos quedarán así:
Justo antes de servir los sopes, debes freírlos en aceite, dejándolos escurrir el exceso del mismo sobre un plato con toallas de papel, ¡y listo! Ahora viene la parte más divertida: servir. Estos sopes son de pollo, pero el relleno puede ser el que más te agrade, todo lo demás sería igual.
¿Qué necesitas para hacer tus sopes de pollo?
- 1 taza de frijoles molidos
- 1-2 tazas de pollo cocido y deshebrado
- 2 tazas de col rebanado
- ½ taza de queso fresco desmoronado
- 1 taza de fruta en vinagre
- ½ taza de crema Mexicana
- Salsa picante al gusto
¿Cómo se sirven los sopes de pollo?
- Sirve tantos sopes quiera el comensal.
- Unta los sopes con 1 cucharada de frijoles, agrega un poco de pollo deshebrado y sobre este, el resto de los ingredientes.
- Deja que cada persona se sirva la cantidad de salsa picante que desee, ¡provecho!