Hoy mi hija está celebrando su cumpleaños número 11. Es increíble lo rápido que pasa el tiempo y lo mucho que ha cambiado en este último año. Quisiera que el tiempo se detuviera, que no avanzara tan rápido y me permitiera seguir disfrutando de ella en esta etapa. Que siga siendo mi niña bonita, mi amor chiquito, mi repollito. Pero el tiempo no se detiene, los hijos crecen y al final lo único que nos quedan son los recuerdos. Y junto con esos recuerdos, nos quedan las enseñanzas propias y las que ellos adquieren con los años. A los 11 años Ximena me enseña que crecer nos debería emocionar, y…
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Viajes de Escuela: cuando nuestros hijos quieren viajar solos
Cada nueva etapa que vivo con mis hijas, no puedo sino pensar y platicar lo que fué conmigo durante mi niñez. Si se sienten raras con los cambios, si se les dificulta hacer amigos, si les va bien o mal en alguna materia. Todo, tiene un punto de referencia y comparación con la manera en que yo lo ví o viví siendo niña. Por supuesto que no trato de que ellas sean iguales que yo, o que vivan su vida de la misma manera. El platicarles a ellas simplemente es para hacerles saber que en algún momento, yo también estuve en su lugar. Así fué cuando mi hija me platicó…