Empieza con la siembra.
Disuelve el azúcar con el agua.
Mezcla la levadura con la harina, y agrega 2 cucharadas del agua con azúcar, batiendo hasta lograr una especie de pasta.
Agregar el resto del agua y batir nuevamente hasta que todo se integre bien. Dejar reposar en un lugar tibio hasta que se formen burbujas.
Para preparar la masa.Para preparar la masa.
Cierne la harina con la sal sobre una mesa o un recipiente grande.
Haz un hueco en el centro y agrega entonces la mantequilla, yemas, huevos, leche condensada y los extractos. Mezcla todo con la harina.
Agrega entonces la siembra a la mezcla de la harina, y amasa hasta que la masa no se te pegue entre las manos. Puedes usar un pizca de harina sobre la masa para facilitar el amasado.
Forma una bola con la masa y coloca en un recipiente engrasado o charola y tapa con una toalla o servilleta húmeda. Coloca en un lugar tibio hasta que doble su volumen (aproximadamente 2 horas).
Saca la bola del recipiente y da unos cuantos golpes contra la mesa para eliminar burbujas que se hallan formado en ella.
Separa una porción de la masa, con la que harás los huesitos y unas pequeña bolitas que irán en el de pan como decoración.
Divide la masa en 4 partes iguales y dale una forma de concha o pan de muerto (redonda, ligeramente más gorda en el centro).
Acomoda los panes en una charola previamente engrasada y enharinada.
Con la clara de huevo y una brocha o pincel, pega los huesitos sobre el pan en forma de cruz y pon una bolita en medio. Deja reposar los panes en un lugar tibio por unos 40 minutos o hasta que aumenten su tamaño.
Precalienta el horno a 350°F y hornea los panes por unos 20-30 minutos.
Para decorar:
Saca los panes del horno, disuelve la mitad del azúcar con el agua y con una brocha pincela los panes.
Espolvorea el resto del azúcar sobre los panes y ¡listo!