“Mami, me pregunto porque mi abuelita te puso Blanca”. Sinceramente yo también me lo pregunto, y a su vez se lo he preguntado a mi mamá.
“Yo creo que fue porque cuando estabas chiquita estabas blanquita”, continuó Ximena. “Exactamente esa fue la razón que me dió tu abuelita cuando yo le pregunté”, fué lo que le respondí.
Y es que esas madres nuestras (y nosotras también, cuando nos llega la oportunidad) vamos por el mundo nombrando hijos sin pensar en el futuro (que algún día llegará) y en lo que dichos nombres nos podrán afectar.
Por ejemplo, cuando estaba en la primaria. Recuerdo que teníamos una práctica para la escolta de la escuela, niñas y niños, cada uno de su lado. Uno de esos niños (todavía recuerdo el nombre: Azael) me dijo sin más ni más: “No sé por qué te llamas Blanca, si estás bien prieta”. Principio de Bullying (ahora que está tan de moda el término), que en aquel momento me dolieron no solamente por la manera tan descarada que me lo dijo, sino porque yo misma me preguntaba como es que mi mamá habia hecho semejante cosa conmigo. Dándome un nombre que no solamente se referia a un color, sino que distaba mucho de describirme a mi misma.
Todavia ahora a mis 30 y poquitos años, me sigo preguntando si mi mamá de veras pensó que toda la vida seria “blanquita” (de color, porque de nombre quedaba claro), si nunca pensó que como las frutas, maduraria o al menos cambiaria de color de piel. Supongo que no…
Por eso cuando me llego la oportunidad de nombrar a mis hijas (2 por cierto), no dudé en no solamente buscar los nombres que de preferencia no tuvieran diminutivos, que “quedaran bien” con los apellidos, y que no hicieran alusión al arcoiris (por aquello de los colores).
A estas alturas creo que ya no tengo problemas con mi nombre, aunque de repente me da risa (más ya no verguenza) cada vez que los “gringos” me dicen con esa sonrisota suya (que no sé si sea de burla, o se pregunten lo mismo que mi hija acerca de mi nombre) “blanca means white right?” o sea que me preguntan que si mi nombre es el color.
¿Qué más me queda responder? pues nada, que si. Y me vuelve a la mente nuevamente la pregunta y respuesta de Ximena. Y la respuesta de mi mamá…. “es que cuando estabas chiquita, estabas blanquita”… Asi me llamo pues…
No sé por qué me nombró así.
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