No sé ya cuantas licencias de conducir llevo, pero ayer recién obtuve la renovación de la anterior, y debo decir que es la primera vez que me gusta como salgo en la foto. Salí decente, diría yo, y es que ente la cercanía de la cámara, el flash que podría despertar hasta la más dormida de tus neuronas, y la rapidez con que se toma, nunca había corrido con tan buena suerte de no salir con cara de pambazo, volteando a otro lado o con los ojos cerrados.
Mira que es todo un reto eso de quedarse quieta para la foto, y es que cuando estas a punto de ver el flash, ruegas porque el ardor que empieza en tus lindos ojitos no te traicione y te haga cerrarlos. Ah, y que me dices de la sonrisa, si sonríes mucho tu cara parece aún más grande, si sonríes poco, lo único que puede pasar es que termines con una foto tipo Mona Lisa, en donde no sabes si estás triste o feliz (o te estás aguantando una carcajada).
Tomé mucho cuidado en maquillarme antes de irme, de más o menos peinarme y de sobre todo, saber que para la foto no debo mirar hacia arriba (te saldrá una papada que probablemente no tengas) o hacia abajo (saldrás con ojos de chinito) sino solo fijar tu vista en un punto abajo de donde está el lente. Solo así garantizaras una foto más o menos decente en tu licencia, la cual no te dará pena mostrar, ni mucho menos contestar a la pregunta de “¿Eres tú?” o escuchar el sarcástico “Te miras diferente”.
¡Zaz! la foto está lista. Y bueno, ya que la foto estará en tu licencia por un buen tiempo, lo mejor es que sea lo más presentable posible, ¿no crees?
Foto: lolandsmile.com
Y a ti, ¿te gusta la foto en tu licencia de conducir?
¡Ayúdanos a compartir!