No sé ya cuantas licencias de conducir llevo, pero ayer recién obtuve la renovación de la anterior, y debo decir que es la primera vez que me gusta como salgo en la foto. Salí decente, diría yo, y es que ente la cercanía de la cámara, el flash que podría despertar hasta la más dormida de tus neuronas, y la rapidez con que se toma, nunca había corrido con tan buena suerte de no salir con cara de pambazo, volteando a otro lado o con los ojos cerrados. Mira que es todo un reto eso de quedarse quieta para la foto, y es que cuando estas a punto de ver…