Qué sería de nosotras si pudiéramos bajar de peso haciendo esto.

Imagina que sería de nosotras si pudiéramos bajar de peso haciendo lo siguiente:

Conectarse en Facebook. O cualquier otra red social, el fin es el mismo. Imagina cuanto perderíamos por las horas que pasamos pegadas en la computadora, saludando a amigos y familiares, enterándonos de los últimos chismes, jugando o simplemente “observando” a otros a través de una red social. ¿No sería genial?
Sonriendo. Así ni qué pena nos daría echarnos semejantes carcajadas con esos chistes no tan blanco que de repente nos cuentan, y que por “pudor” solo alcanzamos a medio sonreír después de escucharlo (o leerlo). Kilos extra perdidos si esas carcajadas nos llevan a las lágrimas.
Leyendo. Ah, ¡esto sería mi sueño hecho realidad! No tanto por lo de perder peso como por lo de leer. Ahí estaría mi excusa perfecta para terminar esos libros que he comenzado, y que se me están empolvando por dejarlos para “cuando tenga tiempo”.
Por quejarnos. Y es que bueno, hay tantas personas quejándose de todo, incluso hasta de que no pueden perder peso (eso sí, no hacen nada para lograrlo), que tal vez una ayudadita haciéndolos perder al menos por quejarse, quizás los haga más positivos y felices, y por supuesto: más flacos.
Por llorar. Ya sé, uno de repente suele ser chillón por naturaleza, aunque a veces a unos se les pasa la mano. Quizás esas lágrimas les quiten de encima algo más que agua salada, les quitarían kilos. Les aseguro que con esa ayuda serian poco más felices y dejarían de llorar, aunque sea momentáneamente.
Por respirar. ¡Otra de mis favoritas! Y es que piensa, de repente cuando nos enojamos, nos estresamos o simplemente nos frustramos, nos recomiendan una buena bocanada de aire puro (o del que haiga), y ¿qué tal si esa bocanada nos ayudara a perder 1 o 2 libras por episodio? ¡Hasta nos calmaríamos más rápido!
Por ver tele. Sobre todo caricaturas para niños. Algo bueno debería dejarnos el tener que aguantar esas programaciones para niños, ¿no te parece? Y entre canciones de Dora la Exploradora, Twinkle Little Star y todos esos personajes de las caricaturas, estaríamos felices aguantando y cantando al ritmo de “perder peso”.
Por dormir. A ver si así hacemos lo posible por no desvelarnos e irnos a la cama temprano para dormir las tan recomendadas 8 horas.
Por no hacer nada. Otro sueño hecho realidad ¿no crees? Mientras tiramos flojera, perdemos peso! Muchos quizás al final quedarían en los huesos, yo solo ocuparía esa estrategia de vez en cuando, hasta logar el “peso ideal”.
Por amar. Si, suena medio cursi. Y aunque el amor normalmente solo se siente no se condiciona, sería un buen incentivo para todas aquellas personas que de repente se niegan la oportunidad de amar, no solamente a la pareja, sino a los hijos y a todos aquellos que se consideran “el prójimo”.