Si te sientes medio “apachurrada” tal vez sea hora de seguir uno de estos consejos fáciles para mantener a nuestro corazón contento:
- Escucha música alegre. Ya sea que estés en la computadora, haciendo la limpieza o ejercitándote, la musica realmente hace la diferencia. Evita las canciones que hablen de desamor, tristeza y malas “vibras”.
- Píntate las uñas. Aunque no lo creas, un color brillante podría hacer la diferencia entre aburrido y alegre, y ahora con el cambio de estación y los colores grises y negros por todos lados, un tono brillante podría ponerte “de buenas”.
- Ve caricaturas con tus hijos. Ya sé que de repente lo que menos queremos hacer es ponernos a ver esas caricaturas que nuestros hijos ponen una y otra vez, pero por algo les gustan ¿no? imágenes alegres, canciones pegajosas y mensajes positivos, ¡eso es lo que necesitamos!
- Deja entrar el sol por la ventana. No por nada dicen que fuente de la vitamina D que necesitamos proviene del sol. Así es que mientras es de día, abre las ventanas, corre las cortinas y date un “baño de sol”, al menos dentro de tu casa.
- Sal a caminar. Si el clima te lo permite, sal a caminar, no solamente te estarás ejercitando, sino admirando el paisaje allá afuera.
- Abraza, besa, ¡apachurra!. ¿A quien no les gustan los besos, abrazos y apapachos?
- Cocina algo rico. Olvídate de la dieta, porque tampoco es que uno se tenga que privar de la comida a costa de nuestra felicidad, ¿o si? de vez en cuando cocina algo rico sólo para ti (o para compartir), si no sabes cocinar, ¡pues cómpralo! date ese gusto y placer que nos da la comida.
- Tómate algo calentito. Ahora que el clima esta cambiando, a la orden del día están el chocolate caliente, el café, los tés ¡y los atoles!, elige el que mas te guste, y ¡disfrútalo!
- ¡A platicar!. Y ya si de plano necesitas desahogarte con alguien, pues háblale a tu mejor amiga, a tu mamá, tu hermana, o si no tienes a quien, pues escribe. El chiste es sacar lo que te acongoja, para sentirte mejor.
Y si a pesar de todo, aún sientes un nudo en tu pecho, ¡llora!, aunque parezca que no, el llorar nos libera, y después podemos ver las cosas desde otra perspectiva. Eso si, llora hasta que te canses y te duelan los ojos, pero después, límpiate esas lágrimas y ¡sigue con tu día!
Y tú, ¿qué haces para mantener a tu corazón contento?
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