Paletas de jamaica

No hay nada más rico para refrescarnos durante el verano, que las aguas frescas y las paletas congeladas. Estas paletas de jamaica se han convertido en favoritas aquí en la casa y son muy fácil de hacer.

Uno de los sabores para las aguas fresca que más nos gustan en casa, es sin duda el de jamaica. Siempre tratamos de tener las flores secas para prepararla. Aunque la jamaica es muy conocida en México y la asociamos con nuestras aguas frescas, la verdad es que también hay muchos otros países que la consumen.

Cuando hemos participado en ferias culturales, es una de las bebidas que nos gusta llevar para compartir y a la gente le gusta mucho. Algunas personas inmediatamente saben de lo que se trata, aunque el resto se sorprende no solamente del sabor sino de la manera en cómo se hace.

Quien atina a identificar el sabor, inmediatamente piensa en el té de jamaica, aunque pocos saben que la jamaica es una flor y que se puede usar cuando está seca para preparar estas bebidas. La mayoría se va inmediatamente por la bolsita de té que venden en las tiendas. 

Claro que eso a mí me causa mucha gracia porque es indicativo de que en las ciudades, la gente no solamente no piensa en de dónde vienen sus alimentos o bebidas, sino que muchas veces no se interesan por saberlo.

En fin, para suerte de nosotros, la flor de jamaica la podemos encontrar aquí en Estados Unidos, y si tienes una tienda Mexicana o Latina cerca es seguro que la venden.

¿Cómo preparar el concentrado de jamaica?

Para preparar el agua fresca, o como en este caso, las paletas,  primero hay que obtener el “concentrado” de la jamaica, que se se hace poniendo las flores de jamaica seca en agua hirviendo y se deja reposar para que las flores “suelten” su color y sabor.

Normalmente yo uso la misma cantidad de flores y de agua. Esto es, si uso 3 tazas de flores, también utilizaré 3 tazas de agua. Las pongo en una ollita en la estufa y dejo hervir, una vez que hierve dejo reposar hasta que el agua se pinta de ese color rojo/vino tan intenso. Si el agua sigue hirviendo aunque sea a temperatura más baja, es posible que el líquido se reduzca, lo cual puede estar bien o no, dependiendo de cuanto concentrado necesites para preparar tus aguas frescas o tus paletas congeladas.

Para las paletas, que fueron 12 de 2 oz cada una,  yo utilicé 1½ tazas de concentrado de jamaica. A este concentrado hay que agregarle agua para mezclar, además de azúcar (o tu endulzante favorito). A diferencia del agua fresca, para las paletas se necesita menos agua y casi la misma cantidad de azúcar.

A mi me gusta que las paletas queden de un color intenso, y es por eso que uso las mismas cantidades de concentrado que de agua, pero si tu prefieres algo más ligero, puedes variar la combinación. 

La jamaica como tal no es dulce, tiene un sabor un tanto agrio y ácido, que se compensa con el agua y el azúcar. Pero a menor cantidad de concentrado, menor cantidad de azúcar también. En gustos se rompen géneros.

Puedes utilizar moldes especiales para paletas, como estos tan coloridos que encontré en IKEA. Me gustaron mucho porque tienen su vase, pero cada molde se remueve individualmente. Esto es muy práctico a la hora de desmoldar. Además traen sus propios palitos y cada molde tiene una capacidad de 2oz (¼ de taza).

Pero también puedes usar vasos pequeños y palitos de madera.

No es por nada, pero estas paletas quedan muy ricas, y lo mejor es que sólo necesitas 4 ingredientes (incluso 3 si el 4to no es de tu agrado).

A mi Cami le encanta ayudarme, y ella se encargó de ponerle los palitos a las paletas (y de comerse la primera paleta una vez lista). Es una actividad divertida para hacer con tus hijos.

Para desmoldar, simplemente retira cada molde individual, mójalo un poco con agua al tiempo y retira. ¡Y listo! a disfrutar de tus paletas en estos días calurosos.

Aquí te dejo la receta:

Como vez, no es nada difícil. Espero que te haya gustado este post y te animes a hacer tus propias paletas en casa.

¿Cuáles son tus paletas congeladas favoritas?