Estos chilaquiles verdes se han convertido en mis favoritos por lo rico de su salsa, preparada con ingredientes asados. Sirve con unos huevos estrellados, solos o con pollo encima.
Coloca los tomatillos, cebolla y chiles en una charola para llevar al horno. Rocía con la cucharadita de aceite y sal al gusto. Cocina en el horno en la opción de broiler por 5-8 minutos volteando una vez. También puedes asar en una sartén o comal.
Retira los ingredientes y coloca en la licuadora, agrega cilantro al gusto, sal de grano y la 1/2 taza de agua. Licúa hasta que todo se integre muy bien. Rectifica la sal de ser necesario. Reserva.
Prepara los chilaquiles:
Corta las tortillas en triángulos o cuadritos. Calienta la taza de aceite en una sartén y fríe las tortillas hasta que estén doradas pero sin quemarse. Retira del fuego y coloca en toallas de papel para que absorban exceso de grasa.
En otra sartén, calienta la cucharadita de aceite, agrega 2 tazas de la salsa + 1 taza de agua. Revuelve y deja cocinar a fuego medio-alto hasta que hierva. Sazona con la cucharadita de consomé, revuelve, tapa y deja cocinar unos 2 minutos más.
Agrega las tortillas a la salsa. Esto lo puedes hacer de dos maneras: todas juntas, o por porción conforme vayas sirviendo. Revuelve bien para que las tortillas se impregnen con la salsa y sirve.
Para servir:
Divide los chilaquiles en los platos (alcanza para 4 porciones) y puedes acompañar con huevos. Encima de los chilaquiles agrega queso desmoronado, cebolla y cilantro picados y finalmente una cucharada de crema. Disfruta.
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