Hoy es el día de las Madres en México. El día en que todo mundo se desborda en cariños, saludos, felicitaciones y amor por la persona que lo trajo a uno a este mundo (o la que que los crió o cuidó como propios). Es el día de decirle a nuestra madre (o de que nos digan) que es la mejor, que la amamos con todo el corazón, que extrañamos su ausencia si es que no está, que no podríamos vivir sin ella. El día en el que se nos recuerda y se nos dice de todo. Menos, que lo estamos haciendo bien. Así es que yo te digo a tí, mamá: Lo estás haciendo bien.
Estás haciendo bien tu trabajo como madre cuando decides salir a trabajar para completar el gasto que lleva el hogar. A veces no queda de otra.
Lo estás haciendo bien cuando decides quedarte en casa, por que a veces, no queda de otra.
Estás haciéndolo bien cuando decides amamantar a tu bebé, porque es sano, porque es barato, porque es lo natural.
Y lo estás haciendo bien si lo estás alimentando con biberón, porque a veces, simplemente la madre naturaleza no coopera, nuestro ritmo de vida no se presta o el bebé no quiere otra cosa.
Estás haciéndolo bien cuando mandas a dormir a tus hijos temprano, para que tengan sus muchas horas de sueño.
Y lo estás haciendo bien cuando los dejas dormir hasta tarde, porque no todos los niños necesitan las mismas horas de sueño.
Haces bien si los llevas a la guardería o al pre-kinder. A veces es necesario, o a veces simplemente nosotros queremos que vivan esa experiencia.
Haces bien si los dejas en la casa hasta que entren al kinder o a la primaria. los niños también aprenden en el hogar.
Haces bien si los mandas a la escuela pública, porque no siempre es necesario pagar para recibir educación y muchas veces, no se tienen los medios para hacerlo.
Pero si decides mandarlo a escuela privada, también lo haces bien. Sólo tú como madre sabes lo que es mejor para tus hijos.
Haces bien si los mandas a la escuela “normal”, allá afuera, como la mayoría de las madres hacen con sus hijos.
Ahora que si quieres educarlos en casa, también lo estás haciendo bien, porque las circunstancias, los beneficios y lo que concierne a su educación, solamente tú y tus hijos lo saben.
Está bien si los tienes en clases de natación, de karate, de fútbol, de baseball, de matatena, o de lo que sea. Los niños (como los adultos) a veces necesitan de una variedad de actividades.
Lo estás haciendo bien tu trabajo si decides no inscribir a tus hijos en ninguna actividad extracurricular, especialmente si no tienes los medios para hacerlo.
Lo estás haciendo bien si les cocinas todos los días, si comen sólo orgánico, si son vegetarianos y si no les das dulces.
Lo estás haciendo bien si decides incluir carne, darles un postre de ves en diario o de repente llevarlos a comer afuera.
Lo estás haciendo bien si no duermen contigo, sino en su propia cama.
Lo estás haciendo bien si decides que es mejor compartir la cama con ellos, y dejarlos dormir contigo cuando lo desean.
Lo estás haciendo bien.
No te compares con otras mamás aunque sea lo más fácil del mundo. Cada quien es diferente, cada hijo es diferente, cada circunstancia es diferente. Y aunque a veces es fácil juzgar el libro por la portada, muchas veces no es lo más sano. No sabemos que hay detrás de todo eso.
Por que en este mundo los niños no vienen con manual, las madres a veces no sabemos lo que hacemos y aprendemos “sobre la marcha”. Lo estás haciendo bien aunque a veces sientas que no. Aunque a veces te critiquen lo que haces y por qué lo haces. Porque al final de cuentas, las únicas personas que pueden demostrarte lo bien que haces lo que haces, son tus hijos.
Lo estás haciendo bien en esta época donde ser mamá es lo más difícil. Donde criar los hijos es cansado. Donde nos falta la energía y nos sobra el sueño. Donde nos dicen qué hacer, qué no hacer y cómo hacerlo, y después resulta que eso no era. Donde el temor a meter la pata en su educación nos tiene sin dormir. Donde nos estresa no darles demasiado, pero también dejarlos con muy poco.
Es difícil ser mamá, es difícil porque las expectativas son muchas, y los apoyos son pocos.
Es difícil pensar que podemos echar a perder a nuestros hijos, pero aún así, hacemos lo mejor que podemos con lo que tenemos, y con lo que somos.
Mamá, lo estás haciendo bien.
Y por eso, mereces ser reconocida hoy, mañana y siempre.
